DR. JOAQUÍN FERNÁNDEZ DOBLAS
Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Dr. Joaquín Fernández Doblas es el adjunto en Cirugía Cardíaca Pediátrica en el CorAll Center Barcelona del Hospital Universitario Dexeus del Grupo Quirón Salud y en el Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Universitario Vall d’Hebron. Desde el año 2019, forma parte del Comité Científico de la Fundación Carmen Chacón “donde puedo proyectar mi visión más humanitaria, interviniendo quirúrgicamente a niños y niñas con cardiopatías congénitas, de familias con pocos recursos procedentes de países en vías de desarrollo”.
Profesor del Máster en Cardiología de las Cardiopatías Congénitas por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), el Dr. Fernández Doblas es también docente en la formación de especialistas vía MIR en cirugía cardiovascular y profesor de la Diplomatura de Postgrado en Cardiopatías Congénitas.
“La pandemia por COVID-19 ha supuesto un nuevo reto para el sistema sanitario. Un escenario distinto al que nos solemos enfrentar, con mucha incertidumbre respecto a su comportamiento. Desconocíamos en un principio que síntomas podía causar, que órganos podía lesionar y a qué grupo de pacientes podía afectar con mayor severidad. Posteriormente, los pacientes con cardiopatías congénitas fueron considerados pacientes de riesgo, sobre todo aquellos que permanecían a la espera de ser intervenidos, ya que la infección por COVID-19 podría causarles un empeoramiento de su estado. Pero también, había que vigilar a los pacientes ya intervenidos. La aparición de una neumonía por COVID-19 podía causar una disminución del oxígeno en sangre e incrementar la presión pulmonar afectando, por ejemplo, a pacientes con Fontan o podía causar un cuadro infeccioso severo en un trasplantado cardíaco debido al tratamiento inmunosupresor”.
En su faceta como investigador, el Dr. Fernández Doblas participa en proyectos en cirugía experimental en el VHIR (Vall Hebrón Institut de Recerca), dentro del grupo de banco de tejidos, donación y trasplante.
“Fuimos muy cautos a la hora de programar cualquier intervención quirúrgica, ya que observamos que la infección por COVID-19 podía afectar la función del corazón, incluso de aquellos con corazones previamente sanos. Como saben, la reparación de un corazón con una cardiopatía congénita requiere en su mayoría del uso de la circulación extracorpórea (CEC) con parada cardíaca. La CEC causa cambios hemodinámicos/inflamatorios en el organismo que son bien tolerados en la mayoría de los pacientes y rápidamente reversibles. Pero estos cambios en un niño/a infectado/a con COVID-19 son desconocidos pudiendo provocar una respuesta perjudicial. Debido a ello, sólo los pacientes más críticos fueron intervenidos durante la pandemia, limitando el uso de la CEC siempre que fuera posible, sobre todo en aquellos pacientes con infección activa por COVID. Estas intervenciones permitieron mejorar su situación clínica y, al mismo tiempo, minimizar el riesgo que hubiera supuesto el uso de la CEC. Siguiendo estas pautas, todos los niños y niñas se recuperaron exitosamente”.
El Dr. Fernández Doblas es integrante también del programa de trasplante cardíaco y pulmonar pediátrico de Catalunya.
“Actualmente, mantenemos un estricto protocolo de control de la infección con realización de PCR preingreso con un tiempo máximo de 72 horas antes de la intervención sin haber reportado ningún caso positivo”.