Ocho de cada mil niños nacen con una cardiopatía congénita. Actualmente, se detectan e intervienen en los primeros años de vida. Hace 25 años era absolutamente impensable realizar una operación de estas características. En la Fundación Carme Chacón operamos a niños sin recursos con cardiopatías congénitas de cualquier parte del mundo, difundimos y concienciamos a la sociedad acerca de esta patología, impulsamos estudios especializados para la formación de cardiólogos y cirujanos, y promovemos la creación de recursos materiales y tecnológicos para aminorar los efectos de esta enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Gracias a los progresos en las últimas décadas en las técnicas quirúrgicas, hoy en día, la esperanza de vida de estos niños es muy elevada, por encima del 85%. La Transposición de las Grandes Arterias es la segunda cardiopatía congénita más frecuente. Entre el 5% y 7% de todos los defectos cardiacos congénitos son por esta causa. “Hay 100.000 personas en España que sufren cardiopatías congénitas y viven una vida normal. Yo soy una de esas personas. Mis padres me educaron como una niña sana”, Carme Chacón desvelaba públicamente con estas palabras en una entrevista a La Vanguardia en 2015 algunos detalles de su cardiopatía congénita. «Tengo 35 pulsaciones por minuto, el corazón al revés, un bloqueo auricular y ventricular completo. Para mí la vida es un privilegio. Todos los días son un regalo». Coloquialmente llamamos a la Transposición de Grandes Arterias como “cardiopatía del corazón al revés”, porque la TGA consiste en una concordancia aurículoventricular con discordancia ventrículoarterial, es decir, los vasos sanguíneos que emergen del corazón están ubicados de forma inversa. Mediante la cirugía denominada switch arterial, según técnica de Jatene, la arteria pulmonar es conectada con el ventrículo derecho, y la aorta con el ventrículo izquierdo. Al mismo tiempo, se realiza una transferencia de las arterias coronarias a la nueva aorta.
Ya en 2011, cuando era ministra de Defensa, Carme Chacón participó en un acto en la que se presentaba una campaña informativa para sensibilizar a la sociedad sobre las cardiopatías congénitas. Y unos años más tarde, en 2016, participó en el primer Congreso Nacional de la Asociación Española contra la Muerte Súbita (AEMS). Allí explicó que a los 10 años supo que padecía la cardiopatía conocida popularmente como «corazón al revés». Y subrayó que, gracias a los avances de la medicina, había jugado al baloncesto, su «gran pasión». Ahora en la Fundación Carme Chacón seguimos con su misma gran pasión por la vida, el camino que nos marcó a lo largo de su trayectoria para poder operar cada año a 100 niños con cardiopatías congénitas. ¿Nos ayudas a alcanzar esta cifra? Anota el mejor punto de tu vida colaborando con nosotros realizando una aportación económica en https://fundacioncarmechacon.com/hazte-amigo/