El Truncus Arterioso Persistente es una malformación congénita que se caracteriza por la existencia de una única arteria principal sobre el septo interventricular, originando las arterias coronarias, arterias pulmonares y la aorta ascendente.
En circunstancias normales, en el ventrículo derecho se origina la arteria pulmonar que envía la sangre hacia los pulmones, y en el ventrículo izquierdo la arteria aorta que distribuye la sangre oxigenada por todo el organismo. El Truncus Arterioso provocado por un defecto del tabique interventricular, hace que reciba el flujo de ambos ventrículos.
Es una anomalía cardiaca relativamente rara, con una incidencia del 0,3% de los pacientes nacidos con una anomalía cardiaca congénita y suponiendo aproximadamente el 3% de los pacientes registrados en una unidad de cirugía cardiaca pediátrica. Es una enfermedad que debe ser operada dentro del primer mes de vida, porque sino luego los resultados son negativos, y en el porcentaje de mortalidad es del 50% durante el primer mes de vida, siendo la supervivencia al primer año entre el 10-25%. La gran mayoría de pacientes que sobreviven por encima del año de vida padecen una grave enfermedad vascular pulmonar, muchas veces de carácter irreversible.
Según diversos estudios realizados por la comunidad científica, existen más de 50 malformaciones congénitas del corazón. Desde la Fundación Carme Chacón, queremos concienciar a la ciudadanía sobre las cardiopatías congénitas que suponen una epidemia sanitaria silente en todo el mundo. El conjunto de estas alteraciones severas afectan a un promedio mundial de 8.000 niños nacidos vivos.
¿Te gustaría hacer algo extraordinario hoy?
Haz tu donación